Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019

Creemos que los vinos blancos criados o fermentados en barrica no son tanto una moda como una realidad; están aquí para quedarse, para ampliar el mundo de los vinos gastronómicos, de los vinos que necesitan tiempo para expresar todo su potencial y que premian a quienes tienen paciencia y evitan consumirlos en el año.

Ya hemos hablado de Abando, el blanco fermentado en barrica que elabora Santalba bajo la denominación de origen Rioja, concretamente de la añada 2018, que catamos a principios de 2020, y en esa cata mencionábamos que “su único defecto, en realidad, es esa desbordante juventud que nos hace desear repetir esta misma cata dentro de un par de años.” Por eso, cuando esta botella de Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019 cayó en nuestras manos, decidimos dejarla reposar un tiempo prudencial, y es ahora, más de cuatro años después de su vendimia, cuando decidimos abrirla y comprobar cómo ha evolucionado con esos años extra en botella.

Hablamos de un monovarietal de Viura procedente de viñedos de entre 30 y 40 años de edad situados en Gimileo y San Vicente; unos viñedos cultivados en secano, conducidos en vaso y plantados a entre 470 y 490 metros de altitud sobre suelos arcillosos calcáreos.

Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019. Cápsula.
Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019. Corcho.

Tras una vendimia manual un poco tardía, las uvas son despalilladas y prensadas. El mosto yema fermenta en barricas nuevas de roble americano y tostado medio plus. El vino tiene una crianza de siete meses en esas mismas barricas con batonages diarios.

Lo que nos encontramos cuando servimos una copa de Abando 2019 es un vino de color amarillo entre pajizo y limón. En nariz, la protagonista indiscutible es la fermentación en barrica, con mantequillas y tostados por encima de una fruta de hueso madura y notas cítricas y mentoladas. En boca, estamos ante un vino que todavía conserva una gran acidez en un trago untuoso que entra puntiagudo para luego ensancharse y desvanecerse poco a poco. Es un vino gastronómico y adictivo que aún es joven pero ha entrado ya en su ventana de consumo y que no pretende ocultar que ha sido fermentado y criado en barrica.

Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019. Etiqueta trasera.
VinoAlcoholProducciónPrecio (75 cl)
Abando 201913 %8,80 euros (añada 2022)

Suscríbete a la newsletter de Nos Vamos de Vinos

* indicates required


Introduce tu e-mail para recibir nuestra newsletter y haz clic en el botón ‘SUBSCRIBE’


Detalle de una barrica. Nos Vamos de Vinos

Hemos creado este espacio para ti

Si quieres que los lectores de Nos Vamos de Vinos accedan a la web de tu bodega, distribuidora, tienda, vinoteca, hotel rural… a través de un enlace con foto como éste, te sorprenderá lo económico que es.

🇬🇧

Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019: A gastronomic Viura single varietal that doesn’t hide its elaboration

We believe that barrel-aged or barrel-fermented white wines are not so much a trend as a reality; they are here to stay, to expand the world of gastronomic wines, those wines that need time to express their full potential and reward those who have patience, avoiding consuming them in their youth.

We’ve previously written about Abando, the barrel-fermented white produced by Santalba under the Rioja designation of origin, specifically the 2018 vintage, which we tasted at the beginning of 2020. In that tasting, we mentioned that “its only flaw, in reality, is that overwhelming youth that makes us want to repeat this same tasting in a couple of years.” Therefore, when this bottle of Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019 came into our hands, we decided to let it rest for a prudent time. Now, more than four years after its harvest, we decided to open it and see how it has evolved with those extra years in the bottle.

Abando Blanco Fermentado en Barrica 2019. Detalle de la Etiqueta.

This is a single-variety Viura wine from vineyards aged between 30 and 40 years located in Gimileo and San Vicente. These vineyards are dry-farmed, bush-trained, and planted at altitudes between 470 and 490 meters on calcareous clay soils.

After a slightly late manual harvest, the grapes are destemmed and pressed. The free-run juice ferments in new medium-plus toasted American oak barrels. The wine undergoes seven months of aging in these same barrels with daily batonnage.

What we find when pouring a glass of Abando 2019 is a wine with a color between straw yellow and lemon. On the nose, the barrel fermentation takes the spotlight, with buttery and toasty notes above ripe stone fruit and citrusy and minty hints. On the palate, we have a wine that still maintains a significant acidity in a luscious sip that enters sharply and then widens, gradually fading away. It’s a gastronomic and addictive wine that is still young but has entered its consumption window and doesn’t intend to hide that it has been barrel-fermented and aged.

↓↓ Gracias por compartir este contenido ↓↓